El Colegio Saint Gregory es un colegio que propicia el desarrollo de un contexto afectivo para el aprendizaje desde el establecimiento de relaciones horizontales entre todos sus estamentos. Sin embargo, además de una instancia de educación formal, ha sido para sus docentes, alumnos y apoderados un valioso espacio de participación y acción colectiva en la que, de modo muy local y cotidiano, han puesto a prueba ideales de ser humano, sociedad y convivencia.
Uno de los elementos básicos que define la identidad del Colegio es la gran diversidad de los miembros que componen esta comunidad y su capacidad de convivir e ir dando vida a un sueño común, apoyado por un equipo directivo sólido, docentes involucrados con su labor y con familias comprometidas con el desempeño o desarrollo de sus pupilos”.
Somos una comunidad que acoge “al estudiante junto con una familia comprometida con el objetivo de propiciar el desarrollo y el manejo de la afectividad. Se trata, en efecto de una comunidad dónde todos se conocen y tienen una real oportunidad de vivir cotidianamente el auténtico encuentro en la pluralidad, sea ésta etaria, estamental, ideológica, religiosa u otras.
Amparado en la convicción de que aprender debe ser sinónimo de disfrutar, el Colegio Saint Gregory se ha constituido en un espacio que para muchos es la extensión de la familia pues esta búsqueda del goce ha dado origen a vínculos afectivos fuertes y duraderos, particularmente entre alumno/as y profesores.
El impulso sin duda más importante del proyecto ha sido la entrega intelectual y emocional de un esforzado y perseverante grupo de maestros que a diario enfrenta tanto las dificultades que se presentan a diario, pero con la satisfacción de observar cómo, todos quienes han escogido esta alternativa pedagógica crecen en la valoración de sus individualidades y de la horizontalidad en el aprender y convivir Se trata en efecto de un diverso pero afiatado equipo docente de alta formación académica y una profunda vocación pedagógica y sentido de compromiso con este modo distinto de “hacer escuela”.
Y esto es coincidente con nuestro propósito más fundamenta, que es acompañar en la formación de seres humanos en y para la vida; entendiendo el colegio como un espacio para aprender y vivir la pluralidad y la participación, motivados por la búsqueda, la discusión, la tolerancia y el encuentro.
La orientación educativa que propone nuestro colegio se basa en los principios de la pedagogía activa y la enseñanza personalizada, con especial énfasis en las formas y ritmos de aprendizaje de cada niño, niña y joven.
Entendemos el colegio como una gran aula en la tarea de formar para la vida. El hilo conductor de nuestra actividad educativa es la confianza en las potencialidades, en la capacidad creativa, inquisitiva, evaluativo, resolutiva y de adaptación de cada niño, niña y joven.
Los ejes de nuestra acción didáctica son: el enfoque interdisciplinario para abordar los contenidos; aprender haciendo más que escuchando; la valoración del trabajo en equipo; la flexibilidad para trabajar el currículo con pertinencia y la conexión con el medio urbano y natural en que estamos insertos.